Los humanos somos seres sociales por naturaleza. Nuestra especie no podría existir sin tener contacto con nuestros semejantes, cabe recordar que todo comunica, no sólo nuestras palabras sino también nuestros gestos, movimientos, y acciones; en este contexto es importante conocer normas de urbanidad como herramienta útil para que las interacciones no se den de una manera descortés y sin buenos modales, situación que afectaría nuestra percepción ante los demás.

Esta palabra en su etimología proviene del adjetivo “urbano = cortesía” y del sufijo abstracto «idad» que indica cualidad, también del latín urbanitas “ciudad”.

Es el comportamiento acorde con los buenos modales, que demuestra buena educación y respeto hacia los demás, es muy importante tenerla en cuenta a la hora de actuar y relacionarse en sociedad, ya que aplicándolas se construyen vínculos duraderos y respetuosos.

A través de estas normas sociales, las personas son responsables de la convivencia con la comunidad, el cuidado de los espacios naturales y de los lugares públicos.